¿Qué comen los cachalotes? Alimentación y hábitos de caza

El cachalote (Physeter macrocephalus) es una especie que se sitúa en la cima de la cadena alimenticia oceánica, operando como un depredador carnívoro con una dieta especializada. Si bien es cierto que puede consumir una variedad de presas, su supervivencia depende en gran medida de unos pocos organismos que habitan en la oscuridad profunda.

En esta entrada veremos a fondo la alimenticia de este gigante: detallaremos qué come el cachalote, su clasificación como depredador, cuáles son sus presas más comunes (incluyendo el calamar gigante), sus hábitos de caza y el singular comportamiento alimenticio que le permite prosperar en las profundidades inaccesibles.

Tipo de alimentación:

El cachalote es un depredador carnívoro y cazador activo que, a diferencia de los cetáceos barbados filtradores, su estrategia alimentaria está directamente ligada a sus adaptaciones para cazar en las oscuras y profundas aguas del mar.

Por ejemplo; la anatomía de su desproporcionada cabeza, que contiene el órgano de espermaceti, es central, ya que provee el sistema de ecolocalización que permite la detección precisa de presas a grandes profundidades donde la luz es inexistente.

La alimentación del cachalote se puede define por los siguientes aspectos:

• Carnívoro especializado en cefalópodos: Su dieta está centrada casi exclusivamente en calamares, pulpos y sepias. Estos cefalópodos constituyen la inmensa mayoría de la biomasa que consume, lo que lo clasifica como un depredador altamente especializado.
• Depredador de aguas profundas: El cachalote realiza la mayor parte de su alimentación en la zona pelágica profunda, generalmente a profundidades entre 500 y 1,500 metros, donde la luz solar no penetra (zona afotica). Su técnica de caza, por lo tanto, se basa en la ecolocalización y no en la vista.
• Caza activa y por succión: A pesar de poseer grandes dientes en la mandíbula inferior, el cachalote no los utiliza para masticar. En cambio, se cree que utiliza un poderoso método de succión hidráulica, abriendo la boca rápidamente y expandiendo la garganta para atraer al calamar hacia su interior. Sus dientes se utilizan principalmente para retener a las presas más grandes.

Presas principales de su dieta:

Como carnívoro especializado, el cachalote basa la mayor parte de su dieta en una clase específica de invertebrados. Su capacidad para cazar en la zona batial le da acceso a organismos que están fuera del alcance de la mayoría de los depredadores.

Las presas consumidas por el Physeter macrocephalus está dominada por los cefalópodos, aunque incorpora otras especies en menor medida.

La siguiente lista presenta las categorías de presas más importantes en la dieta del cachalote:

• Calamares oceánicos (Ommastrephidae): Constituyen una parte signicativa de su dieta. Estos calamares, aunque no son gigantes, son abundantes en la columna de agua profunda y representan una fuente de alimento fiable y energética.
• Calamares Gigantes (Architeuthis dux): Son las presas más importantes del cachalote. Aunque no son la base diaria de su alimentación, los enfrentamientos con estos calamares dejan cicatrices circulares de las ventosas en la piel del cachalote, confirmando su depredación.
• Calamares Colosales (Mesonychoteuthis hamiltoni): Depredados en el Océano Austral, son considerados el calamar más grande del mundo en masa. Su presencia en la dieta se confirma por el análisis de contenidos estomacales y picos de calamar regurgitados.
• Pulpos y Sepias: Consumidos en menor proporción, pero son una presa habitual en las zonas bentónicas donde el cachalote busca alimento.
• Peces del fondo marino: El cachalote captura ocasionalmente peces demersales (que viven cerca del fondo) y otros peces de aguas profundas. Esta categoría incluye especies como el reloj anaranjado (Hoplostethus atlanticus) y varias especies de tiburones.
• Rayas y otros Elasmobranquios: En algunas regiones, se ha documentado que pueden depredar a estos peces cartilaginosos, especialmente si son lentos o se encuentran en el fondo marino.

Técnicas de caza:

El éxito como depredador del cachalote reside en su capacidad para cazar eficientemente en la zona afótica (sin luz) del océano.

Si bien, no desarrollan estrategias como las orcas, sus técnicas de caza son una fusión única entre la anatomía especializada y la estrategia sonora, adaptadas a las condiciones extremas de presión y oscuridad:

• Ecolocalización: La técnica sensorial central es la ecolocalización. Los chasquidos producidos por el cachalote (superando los 230 decibelios), generados por el paso de aire a través de una compleja estructura nasal y su masivo órgano de espermaceti. Este órgano actúa como una lente acústica, dirigiendo y enfocando los sonidos. Dicha adaptación anatómica le confiere un sonar de altísima resolución, crucial para mapear la oscuridad e identificar la ubicación, el tamaño y el movimiento de sus presas a grandes distancias.
• Inmovilización acústica: Existe la hipótesis de que el cachalote puede utilizar pulsos acústicos extremadamente potentes y rápidos (llamados «chasquidos de crepitación») para aturdir o desorientar temporalmente a sus presas, especialmente a los calamares. Si bien es difícil de probar, esta táctica aprovecharía la increíble potencia sonora que su anatomía craneal es capaz de generar.
• Captura por succión y mandíbula: Una vez que la presa está localizada a corta distancia, el cachalote no depende de una mordida devastadora. En su lugar, utiliza una poderosa fuerza de succión hidráulica. Mediante la expansión rápida de su cavidad bucal y garganta, y la retracción de la lengua, crea una presión negativa que absorbe a los cefalópodos. Los grandes dientes cónicos, presentes solo en la mandíbula inferior, estrecha y alargada, se utilizan para sujetar o inmovilizar a los calamares de mayor tamaño, antes de tragarlos enteros.
• Caza solitaria y submarina: El cachalote realiza la mayoría de sus buceos de caza de forma solitaria, confiando en su sonar individual para patrullar el fondo marino. Esta estrategia maximiza el uso de sus profundas y prolongadas inmersiones, concentrando sus esfuerzos en encontrar y capturar agregaciones de calamares gigantes y otros cefalópodos de aguas profundas.

Comportamiento alimenticio:

Por último, el comportamiento alimenticio del cachalote se caracteriza por varios puntos, como su especialisacion en cefalópodos, disponibilidad de presas o la zona donde habita.

Estos diversos factores pueden hacer que el cachalote cambie su comportamiento durante su hora de alimentación.

Los siguientes puntos forman parte importante y explican el comportamiento alimenticio del cachalote:

• Zonas de caza más frecuentes: Los cachalotes explotan las áreas de mayor productividad biológica, que a menudo coinciden con cañones submarinos, bordes de la plataforma continental y zonas de afloramiento, que son lugares donde el agua rica en nutrientes del fondo marino sube a la superficie.
• Zonas profundas: La caza se concentra en la columna de agua profunda y cerca del fondo marino, generalmente a profundidades entre los 400 y 1,200 metros (aunque pueden superar los 2,000). Además, las inmersiones dedicadas a la alimentación prolongadas, durando normalmente de 30 a 60 minutos, aunque pueden exceder los 90 minutos.
• Patrón de buceo: El cachalote sigue un patrón de buceo altamente estructurado y eficiente, diseñado para maximizar su tiempo en las profundidades donde se alimenta. Antes de cada inmersión, el animal pasa varios minutos en la superficie realizando una serie de respiraciones profundas que le permiten oxigenar al máximo su organismo y acumular oxígeno en la sangre y músculos, gracias a su elevada concentración de mioglobina.
• Fase de búsqueda y ataque: El cachalote desciende y asciende lentamente, utilizando su potente sonar de ecolocación (los «clics») para rastrear a su presa en la oscuridad. Una vez detectada una posible presa, la tasa de clics se acelera a un «buzz» (zumbido) terminal, que se utiliza para la localización final y el ataque.
• Variación regional: En las aguas de las regiones templadas y tropicales, su dieta puede incluir una mayor variedad de calamares medianos y pequeños que habitan en la columna de agua (calamares oceánicos). En regiones polares y subpolares, donde los calamares son menos diversos, pueden incluir una proporción mayor de peces de aguas profundas (como los peces bruja o algunos tiburones) para complementar su alimentación.
• Adaptación estacional: Las variaciones en la dieta están ligadas a la migración vertical de sus presas. Si ciertas especies de calamares migran estacionalmente a profundidades diferentes, el cachalote ajustará sus propios patrones de buceo para seguirlas y mantener una ingesta energética constante.

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