Los peces de aguas profundas: especies y qué son

Imagen que muestra tres especies de peces de aguas profundas

En el océano existe una enorme variedad de peces distribuidos en diferentes zonas y profundidades. Entre ellos se encuentran los llamados “peces de aguas profundas”, conocidos por habitar en regiones muy profundas del océano y por rara vez acercarse a la superficie.

Debido a esto, son bastante desconocidos tanto para el público general como para la comunidad científica, ya que estudiarlos no es tarea sencilla. Aun así, existe suficiente información sobre ellos como para comprender, de forma general, cómo viven.

En esta publicación exploraremos este tema y analizaremos: qué son los peces de aguas profundas, cuáles son sus características y adaptaciones, y algunas de las especies más conocidas de este grupo.

¿Qué son los peces de aguas profundas:

Los peces de aguas profundas son, de manera general, aquellos organismos acuáticos que habitan las zonas oceánicas situadas por debajo del límite de penetración efectiva de la luz solar, una región también conocida como la zona afótica (sin luz solar).​

Se considera que un pez es de aguas profundas si vive a más de 200 metros (660 pies) de profundidad, que es el umbral donde termina la zona bien iluminada del océano.

El término «peces de aguas profundas» es una categorización ecológica amplia que simplemente describe su hábitat, más no, una especie o especies que viven en esos lugares.

Dentro de este grupo, el nombre más conocido es el de «pez abisal», que su significado proviene del griego ábyssos (ἄβυσσος), que sería: «sin fondo» o «insondable», haciendo referencia a las inmensas llanuras oceánicas que se encuentran a miles de metros, y que eran inaccesibles en la antigüedad.

Por último, si bien, el término «aguas profundas» es muy generalista y no señala profundidades en específico, si existen diferentes zonas oceánicas que están dividas dependiendo de su profundidad, que son las siguientes:

  • Zona epipelágica (0 a 200 metros): ​Esta es la capa superior, conocida como la «zona de luz solar» o zona fótica. Aunque técnicamente no es «aguas profundas», es el punto de referencia donde la luz solar penetra lo suficiente para permitir la fotosíntesis. La mayoría de la vida marina productiva y la que nos es familiar se encuentra aquí. La profundidad de 200 metros marca el límite de donde comienza el océano profundo.​
  • Zona mesopelágica (200 a 1.000 metros)​: También llamada la «Zona Crepuscular» o de penumbra. Aquí, la luz solar es escasa y se debilita rápidamente (es el inicio de la zona afótica), lo que hace imposible la fotosíntesis. La temperatura desciende rápidamente, y la presión aumenta. Los peces que habitan esta zona son conocidos por realizar migraciones verticales masivas a la superficie durante la noche para alimentarse.​
  • Zona batipelágica (1.000 a 4.000 metros): ​Esta es la verdadera «Zona de Medianoche». La oscuridad es total y perpetua, sin rastro de luz solar, lo que obliga a las especies a depender completamente de la bioluminiscencia para cazar y comunicarse. Las temperaturas son muy bajas (entre 0°C y 4°C) y la presión hidrostática es inmensa. El alimento se limita a la «nieve marina» que cae de las capas superiores o a la depredación.​
  • Zona abisopelágica (4.000 a 6.000 metros): Conocida simplemente como la Zona Abisal. Es un reino de inmensas llanuras oceánicas con frío extremo y presión aplastante. La vida es escasa y altamente especializada, dependiendo casi en su totalidad de los detritos orgánicos que logran llegar al fondo.​
  • Zona hadopelágica (6.000 metros en adelante): Esta es la capa más profunda, que incluye las aguas de las fosas y trincheras oceánicas (como la Fosa de las Marianas). Se extiende hasta cerca de los 11.000 metros. El término deriva de Hades (el inframundo griego), reflejando las condiciones extremas. Las presiones aquí son las más altas de la Tierra, requiriendo adaptaciones fisiológicas extraordinarias para la supervivencia de los pocos organismos que se han encontrado

Características de las especies de las profundidades:

​Los peces que viven por debajo de los 200 metros de profundidad han desarrollado una extensa variedad de adaptaciones morfológicas y fisiológicas para superar la oscuridad total, la alta presión, el frío constante y la escasez de alimento.

Estas características son notablemente diferentes dependiendo de si el pez habita en la columna de agua (pelágico) o cerca del fondo marino (bentónico), pero todas reflejan la necesidad de conservar energía y capturar presas raras.​

Aquí están las características más notables que han desarrollado:​

  • Bioluminiscencia: Muchos peces (especialmente en la zona mesopelágica y batipelágica) producen su propia luz química a través de fotóforos (órganos emisores de luz). Esta luz se utiliza para atraer presas o parejas y para el contra-iluminado (camuflaje activo) en la zona crepuscular, donde la luz tenue es imitada para ocultar la silueta del pez desde abajo.
  • Ojos grandes o ausentes: La visión de estas especies es especializada. En la zona mesopelágica, muchos peces tienen ojos tubulares muy grandes orientados hacia arriba para captar la escasa luz de la superficie o las sombras de las presas. En las zonas abisales y hadales (oscuridad total), los ojos a menudo son pequeños o han degenerado por completo, volviéndose ciegos, ya que la visión es inútil.​
  • ​Cuerpos blandos y sin vejiga natatoria: La mayoría de estos peces tienen cuerpos con baja densidad de tejidos, que contienen un alto porcentaje de agua y proteínas ligeras. Esto les permite flotar pasivamente sin gastar energía. Los peces más profundos han perdido la vejiga natatoria (o está llena de lípidos) ya que el gas que contendría colapsaría bajo la inmensa presión.
  • ​Musculatura escasa: Tienen una proporción de músculo a cuerpo mucho menor que los peces de superficie. Esta musculatura débil es una adaptación de conservación de energía, ya que no necesitan nadar activamente para cazar o migrar; suelen esperar a sus presas.​
  • Coloración criptíca: La coloración suele ser negra o roja oscura en las especies más profundas. En la oscuridad total, el color negro ofrece el camuflaje perfecto, ya que absorbe cualquier rastro de luz. El color rojo aparece negro a esas profundidades por la ausencia de luz roja.​
  • ​Bocas y dientes desproporcionados: La escasez de alimento ha llevado a la evolución de bocas extremadamente grandes y mandíbulas capaces de abrirse hasta 180 grados. Poseen dientes largos, afilados y desproporcionados (como en el pez víbora o el pez dragón) para asegurar cualquier presa que encuentren, independientemente de su tamaño.​
  • Estómagos elásticos y distensibles: Muchos poseen estómagos altamente extensibles que les permiten tragar presas que son mucho más grandes que ellos mismos (adaptación conocida como «tragar y esperar»). Esto asegura que no se desperdicie ninguna oportunidad alimentaria en un ambiente donde la comida es rara.​
  • Metabolismo lento: Estos peces tienen tasas metabólicas extremadamente bajas y requieren muy poco oxígeno y energía. Esto les permite sobrevivir con muy poca comida entre cada ingesta.

Estas características son lo que permite a los organismos de aguas profundas sobrevivir en un zona compleja como el fondo marino. Dependiendo de la profundidad donde se encuentran; las adaptación de las especies son más especializadas para lograr mantenerse.

Ejemplos de peces de aguas profundas:

En esta sección encontrarás 5 especies como ejemplo de peces de las profundidades, con una leve descripción:

Pez víbora:

Imagen que muestra un pez víbora
Imagen generada con IA y editada a mano con fines ilustrativos

El pez víbora de Sloane (Chauliodus sloani) es uno de los depredadores de aguas profundas más conocidos y distribuidos globalmente, habitando en las zonas mesopelágica y batipelágica, con profundidades registradas hasta los 4.700 metros.

Este pez, que puede alcanzar unos 35 cm de longitud, se distingue por su cuerpo alargado, su coloración oscura y, especialmente, por sus dientes desproporcionadamente largos y afilados, que sobresalen de su mandíbula inferior, sirviendo como una jaula para asegurar cualquier presa.

El pez víbora es un depredador de emboscada que utiliza la bioluminiscencia de sus fotóforos, incluyendo un señuelo luminoso en su aleta dorsal.

Además, exhibe una notable migración vertical nictemeral, ascendiendo durante la noche a aguas menos profundas para cazar y retornando a las profundidades durante el día para ocultarse.

Su boca está adaptada para dislocarse, lo que le permite tragar presas enteras, incluso si son más grandes que su propio cuerpo.

El pez diablo negro:

Imagen que muestra el dibujo de un pez diablo negro

El pez diablo negro o rape abisal (Melanocetus johnsonii) es una de las criaturas más reconocibles de las profundidades marinas, habitando en las zonas mesopelágica y batipelágica de todos los océanos, entre los 500 y 4.000 metros.

Las hembras, que miden hasta 18 cm y son de color negro, son depredadoras de emboscada: utilizan un «señuelo» luminoso (ilicium) en su cabeza, alimentado por bacterias bioluminiscentes, para atraer presas en la oscuridad total, tragándolas enteras gracias a su enorme boca y estómago extensible.

El pez diablo negro exhibe un dimorfismo sexual extremo; los machos son minúsculos y su supervivencia depende de que se adhieran permanentemente al cuerpo de la hembra, convirtiéndose en parásitos dedicados a la fertilización.

Yelmo de nariz cuadrada:

Imagen que muestra la ilustración de un yelmo de nariz cuadrada en blanco y negro estilo dibujo a lápiz

El yelmo de nariz cuadrada (Scopelogadus beanii) es un pequeño pez óseo que pertenece a la familia Melamphaidae, conocidos comúnmente como «bigscales.»

Esta especie mesopelágica, descrita originalmente por Günther en 1887, se distribuye ampliamente en los océanos tropicales y templados de todo el mundo, incluyendo el Atlántico y el Pacífico.​Su hábitat principal es la zona mesopelágica (aguas medias), viviendo entre los 100 y 1.500 metros de profundidad.

Es un pez oceánico que forma parte del ecosistema de aguas profundas, permaneciendo alejado de las costas. El yelmo de nariz cuadrada es un pez pequeño; los adultos alcanzan típicamente entre 6 y 9 cm, con un máximo de unos 10 cm.

Su anatomía destaca por su cuerpo cubierto de escamas grandes y gruesas y una cabeza relativamente grande con ojos adaptados a la baja luminosidad. Su coloración es marrón oscuro a negruzca, proporcionándole un camuflaje ideal en su oscuro entorno.

​En cuanto a su alimentación, es una especie carnívora cuya dieta se compone principalmente de pequeños crustáceos planctónicos, como copépodos y eufáusidos, participando activamente en la red trófica profunda.

Respecto a su reproducción, aunque la información es limitada, se cree que es ovípara; sus larvas se desarrollan en aguas más superficiales antes de descender a las profundidades en la adultez.​

El yelmo de nariz cuadrada se considera una especie relativamente común en el ecosistema mesopelágico, a pesar de que no existen estimaciones poblacionales globales.

Actualmente, no se enfrenta a amenazas significativas, ya que vive fuera del alcance de la pesca comercial y no está evaluada en la Lista Roja de la UICN, por lo que su estado de conservación es «No Evaluado» (NE).

Pez de colmillos largos:

El pez ogro o pez de colmillos largos (Anoplogaster cornuta) es una especie ósea de aguas profundas conocida por su apariencia fiera, destacando por una cabeza voluminosa y dientes proporcionalmente enormes.

Este pez es una de las dos únicas especies de su género y presenta una distribución pantropical y templada, habitando en los océanos Atlántico, Pacífico e Índico.

​Los adultos residen principalmente en la zona mesopelágica a batipelágica, típicamente entre los 500 y 2.000 metros de profundidad en zonas oceánicas abiertas, aunque se han encontrado especímenes hasta los 5.000 metros. A pesar de su aspecto, es un pez relativamente pequeño, con un tamaño máximo de solo unos 18 cm.

Su anatomía es una adaptación clave a la vida en la penumbra: tiene un cuerpo de color muy oscuro para camuflarse y sus colmillos, afilados y muy largos, son tan grandes que necesitan cavidades especiales en la mandíbula superior para alojarse cuando la boca está cerrada.

Es un depredador carnívoro que se alimenta de peces y calamares, utilizando su gran boca para tragar presas voluminosas de una sola vez.​

El pez ogro es una especie ovípara cuya reproducción es de fertilización externa; sus huevos y larvas flotan en las aguas superficiales para dispersarse antes de que los juveniles desciendan a las profundidades.

Actualmente, está clasificado como «Preocupación Menor» (LC) por la UICN, ya que su hábitat profundo lo protege de la mayoría de las amenazas humanas, siendo una especie relativamente común en las capturas científicas.

El pez pelicano:

Imagen que muestra el dibujo de un pez pelicano

El pez pelícano o anguila tragadora (Eurypharynx\ pelecanoides) es un misterioso pez abisal conocido por su característica adaptación para tragar presas en el entorno escaso de alimento de las profundidades. Es la única especie conocida en su género y familia.​

Este pez de aspecto anguiliforme, que puede medir entre 60 cm y 1 metro de longitud, habita principalmente en la zona mesopelágica y batipelágica, a profundidades que generalmente van desde los 700 hasta los 3.000 metros en océanos tropicales y templados de todo el mundo.

Su característica más distintiva es su boca gigantesca, desproporcionadamente grande en relación con su cuerpo, con una mandíbula inferior expansible que forma una bolsa parecida a la de un pelícano, de donde deriva su nombre.

Esta adaptación y su estómago elástico le permiten engullir peces, camarones y plancton que son incluso más grandes que él mismo.

Para la locomoción, utiliza su cola larga y delgada a modo de látigo, y en el extremo de esta cola posee un órgano bioluminiscente que utiliza como un señuelo para atraer a sus presas en la oscuridad.

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